Menos plástico
La tercera tendencia de los envases sostenibles consiste en rediseñar los envases para reducir la cantidad de material. Aquí las tolerancias de fabricación son menores y la precisión y la repetibilidad son esenciales.
En resumen, este cambio hacia los envases sostenibles implicará una mayor precisión y un mejor control de los procesos para anticiparse a los problemas. También requerirá una aceleración de los cambios de producción. Además, el cumplimiento de los objetivos de envasado sostenible, podría acabar generando un sobrecoste del 30 o 40%. Esta es nuestra propuesta para contrarrestar este desafío.
Piensa en el OEE
La eficacia global de los equipos (OEE) es una forma muy práctica de preparar y mitigar los retos de la próxima década. Fabricar solo piezas buenas (calidad), lo más rápido posible (rendimiento) y sin tiempos de parada (disponibilidad).
El packaging sostenible pondrá sin duda al OEE contra las cuerdas. Aumentará todas estas pérdidas de producción, ya que los tiempos de ajuste son más largos y la calidad del producto será más difícil de mantener. Este problema afectará a los fabricantes de máquinas, pero también a los usuarios finales que a menudo actualizan o renuevan su maquinaria, en lugar de invertir en una nueva línea de producción.
Por ejemplo, si la alternativa de embalaje sostenible se basa en el uso de papel, esto implica contaminación y el consiguiente riesgo de fallo, comprometiendo la calidad del producto. De este modo, se requiere la instalación de cilindros con retenedor de lubricante para mantener una película de grasa en la superficie del vástago y evitar la entrada de polvo u otros contaminantes. Estos cilindros mejoran por 4 el número de ciclos de funcionamiento. Proponemos el uso de sistemas de vacío con filtros de aire en línea integrados y mecanismo de bloqueo o vasos transparentes. Además, una selección adecuada del material de la ventosa puede reducir las paradas de la línea. Una última alternativa para garantizar la calidad en el entorno del polvo de papel es cambiar a la tecnología de vacío ciclónica, en la que se suministra una presión positiva al lado del eyector del efector final de vacío para expulsar el polvo.
Sin embargo, hay otras cuestiones no relacionadas con el envasado sostenible, asociadas a la calidad del producto que, si se abordan, pueden aumentar el OEE y ayudar a reducir los costes adicionales y las dificultades que las alternativas ecológicas aportan al proceso de fabricación.
Algunos ejemplos sobre cómo abordar la calidad general del producto
Rechazos de puesta en marcha
El envoltorio de plástico, el embalaje de espuma o las etiquetas se adhieren y atraen polvo y suciedad provocando una mala aplicación o, la contaminación de los envases farmacéuticos y alimentarios. Los ionizadores industriales son herramientas idóneas para eliminar, neutralizar y controlar la estática. Disponibles en tipo barra, boquilla y ventilador, se adaptan perfectamente a los distintos espacios de producción donde se ha acumulado electricidad estática problemática para los procesos de fabricación.
Rechazos de producción
Para el soplado y sellado de botellas de plástico, el control de la temperatura es uno de los parámetros clave que permite mantener la calidad y facilitar el tiempo de preparación. SMC ofrece una gama completa de soluciones para gestionar este aspecto cuando se trata de enfriar el plástico o el sellado después de la producción. Pueden controlar digitalmente.
Aumentar el rendimiento con el control digital
La solución estrella para abordar el rendimiento son los sensores digitales y los dispositivos conectados. Contamos con una amplia gama para digitalizar todos los componentes, facilitar el cambio de producción, reducir el tiempo de preparación y permitir que se guarden todas las configuraciones. Sensores y detectores que ayudan a implementar un mantenimiento predictivo eficaz y a verificar el rendimiento de todo el sistema en tiempo real.
Cada detalle cuenta para reducir los tiempos de inactividad y mantener los parámetros de funcionamiento y, por tanto, la precisión y la calidad
Sellado de alta calidad
• Sensores de caudal y presión que permiten la supervisión en tiempo real, para evitar un mantenimiento no planificado y garantizar el rendimiento de los actuadores.
• Actuadores con sellado metálico que se caracterizan por un menor desgaste y ofrecen un funcionamiento sin mantenimiento y un rendimiento estable.
• La tubería puede mejorarse con una herramienta CAD que contribuya a reducir la longitud del tubo y las pérdidas asociadas de presión y precisión. Además, los tubos de color facilitarán la instalación y el mantenimiento, minimizando posibles errores.
• Antes del marcaje, se pueden utilizar mesas rotativas para un posicionamiento perfecto y amplificadores de aire para preparar la superficie, ofreciendo un gran retorno de la inversión.
• Detectores magnéticos estándar que pueden adaptarse a cualquiera de nuestros actuadores.
• Regulador de velocidad, diseñado para reducir el tiempo en la puesta en marcha. El mantenimiento o los ajustes pueden realizarse de forma mucho más rápida ya que incorpora un indicador que permite asegurar la repetitividad del caudal, reduciendo aún más el tiempo de puesta en marcha y mejorando la fiabilidad en la aplicación
• Válvulas. SMC dispone también bloques de válvulas que permiten cambiar una válvula sin interrumpir el funcionamiento de la isla de válvulas (hot swap).
• Además, la formación práctica permitirá a los operarios resolver rápidamente problemas sencillos.
La contaminación por plásticos es un problema que debe ser abordado por todos los miembros de la sociedad. Como consumidores y como fabricantes estamos concienciados con la sostenibilidad. Sin embargo, esto va a implicar muchos retos de fabricación en los próximos 5 a 10 años. Estos desafíos se materializan en modificaciones de la máquina, costes más elevados e incertidumbre en la producción, que como hemos comentado, pueden aliviarse abordando el OEE. En SMC contamos con equipos locales especializados en la industria del packaging para apoyar a nuestros clientes en la transición hacia el packaging sostenible.