Por Gerald Rammel, responsable de producto eléctrico en SMC Austria
En SMC, evaluamos la durabilidad de nuestros actuadores eléctricos según la serie, estableciendo una vida útil de 5000 km o 30 millones de ciclos sin necesidad de servicio o mantenimiento. Este alto rendimiento se debe a una ingeniería sólida y pruebas exhaustivas, respaldadas por una lubricación interna que es suficiente para toda la vida del actuador. Sin embargo, la aplicación de un programa de mantenimiento simple contribuye a añadir una capa adicional de protección a su inversión.
No hay motivos para cuestionar la longevidad de nuestro actuador eléctrico. Las pruebas realizadas en nuestra central en Japón han demostrado que los actuadores eléctricos de SMC pueden superar en más del doble la estimación oficial de vida útil sin necesidad de mantenimiento. Pero ¿por qué conformarse? Aunque el mantenimiento conlleva ciertos costes, estos son pequeños en comparación con la alternativa de invertir en un recambio.
Intervalos de mantenimiento
Entonces, ¿con qué frecuencia debería realizarse el mantenimiento de un actuador eléctrico? En realidad, la frecuencia depende en gran medida de las condiciones de funcionamiento específicas de la aplicación, como la carga de trabajo, la velocidad, la sobrecarga y la exposición a la contaminación. Para obtener una vida útil óptima de los actuadores eléctricos de SMC, recomendamos llevar a cabo actividades de mantenimiento cada 6 meses, 1000 km o 5 millones de ciclos, lo que suceda primero.
Actuador eléctrico de alta rigidez y precisión. Modelo sin vástago, serie LEKFS
El mantenimiento no tiene porqué resultar costoso; a menudo, es suficiente llevar a cabo comprobaciones simples, como la inspección visual de tornillos o conexiones de cables sueltos, junto con la evaluación de aumentos en la vibración o ruido. Otras prácticas de mantenimiento incluyen verificar el estado del lubricante en las piezas móviles, evaluar el juego mecánico en los componentes fijos y la búsqueda de desgaste o cortes en la correa.
La correa es un componente clave, por lo que es aconsejable comprobar su tensión. Una correa que se afloja podría deslizarse y saltarse un diente de la polea, provocando desviaciones de posición o permitiendo que la corredera del actuador choque con el tope del final de su recorrido.
En SMC estaremos encantados de apoyarte en estos aspectos relacionados con el mantenimiento.
La elección es crucial
Otro aspecto fundamental de la ecuación de la vida útil reside en la elección correcta del actuador. Para ello, nuestra herramienta de selección online puede ser de gran ayuda. Solo hay que incluir datos como la carga de trabajo y la velocidad para recibir una propuesta. Por supuesto, en SMC, nuestros expertos están encantados de colaborar en la elección del actuador adecuado y en su configuración: encontrar los parámetros adecuados, prevención de efectos no deseados como las vibraciones…Este proceso de “puesta a punto” también impacta en la vida útil. Por ejemplo, exponer el motor eléctrico a vibraciones podría ocasionar daños en componentes externos como los cojinetes.
En conclusión, los actuadores eléctricos son productos robustos capaces de ofrecer una larga vida útil. Sin embargo, existen opciones que prolongan aún más esta vida, así que ¿por qué no proteger de manera más efectiva su inversión?