Por Kees van Kampen | Responsable de equipos para el control de temperatura en SMC Holanda
Los chillers cumplen una función clave en sectores como el farmacéutico, el biotecnológico o en el de life science, donde la temperatura correcta del producto es vital para la precisión y confiabilidad del proceso. Hasta tal punto es crítico el control de la temperatura, que el mantenimiento preventivo se convierte en un elemento crucial en la decisión de compra y en el funcionamiento de un chiller. Con esta premisa, nuestro equipo de especialistas ha diseñado un estándar de mantenimiento preventivo, independiente para cada serie de chillers de nuestro catálogo, proporcionando así una tranquilidad total y una máxima confianza a tus procesos críticos de temperatura.
Años de colaboración con las industrias de investigación médica, nos han otorgado una amplia experiencia en el control de temperatura. Al igual que un coche se beneficia de un adecuado y correcto mantenimiento, al margen de las reparaciones inherentes al paso del tiempo, el ciclo de vida de un chiller es bastante similar: algunas piezas necesitarán ser revisadas y/o sustituidas en función de las horas de funcionamiento. Abordando estas tareas, de forma preventiva, se puede evitar cualquier posible desviación de la temperatura. La adopción de una estrategia de este tipo genera un TCO (coste total de propiedad) bajo, ya que evita cualquier tiempo de inactividad no planificado o errores de proceso derivados de un fallo inesperado del equipo.
Los estándares de mantenimiento preventivo que hemos creado para cada serie de chillers de SMC, son una recomendación para el ciclo de vida de la unidad y establecen los programas de inspección diarios, mensuales, trimestrales, semestrales y de invierno. Los estándares también proporcionan una lista de piezas que se benefician de una sustitución periódica. Estos componentes, según el modelo, incluyen la bomba, el sello mecánico de la bomba, los ventiladores y otras partes mecánicas como las válvulas de expansión y el compresor.
En SMC tratamos de ponérselo fácil a los propietarios de nuestros chillers. Por ejemplo, nuestro chiller activará una alarma cuando el contador de horas dedicado a una pieza específica alcance el tiempo de mantenimiento predeterminado. A modo de ejemplo, en nuestra serie HRS, la alarma para el cambio del sello mecánico de la bomba se fija en 8000 horas de funcionamiento.