En los procesos de panadería, las fases de almacenamiento y pesaje desempeñan un papel fundamental para garantizar la precisión y calidad de la creación culinaria final. Unas prácticas de almacenamiento eficaces salvaguardan la integridad de los ingredientes, preservando su frescura y mejorando la calidad general del producto. Al mismo tiempo, los meticulosos procedimientos de pesaje contribuyen a la precisión necesaria para ejecutar con éxito las recetas.

Al combinar los ingredientes se inicia el proceso químico de horneado, que abarca la combinación e hidratación de los componentes secos, la incorporación de aire y el desarrollo del gluten para lograr unas características óptimas de manipulación de la masa. Se aplican medidas y controles precisos al tiempo de mezclado, el aporte de energía y la temperatura de la masa.